Los Enanitos Verdes habían debutado discográficamente en 1984, de la mano de un disco que lleva su nombre por título. Un álbum que significó una más que digna carta de presentación. Si bien aquél primer disco obtuvo una mediana repercusión en la crítica especializada y en el público, entre su material sobresalía “Aún sigo cantando”, un muy buen tema grabado a dúo con David Lebón que dejaba entrever un promisorio futuro compositivo de la banda mendocina.
Dos años después, la historia del grupo daría un salto de calidad y popularidad inusitado gracias al lanzamiento de Contrarreloj, su segundo álbum de estudio, que contó con la producción artística de Andrés Calamaro. Canciones como “Cada vez que digo adiós”, “Tus viejas cartas”, “Simulacro de tensión” y “Sólo dame una oportunidad” pronto comenzaron a sonar asiduamente en las radios, lo que generaba una expectativa cada vez mayor alrededor de la agrupación. Sin embargo, el golpe de gracia llegó a través de “La muralla verde”, su primer gran éxito con el que Los Enanitos Verdes recorrieron toda la Argentina y gran parte de América Latina.
“El tema surgió a bordo de un micro durante una gira por el país en el año 1985. Por ese entonces nos había contratado Piero como su banda de apoyo y con él recorrimos toda la Argentina y varios países latinoamericanos durante poco más de un año”, relata Marciano Cantero, voz líder y bajista de Los Enanitos Verdes.
“En la parte trasera del micro había unos colchones donde nos tirábamos a descansar. Allí estaba yo un día con la guitarra componiendo y salió ‘La muralla verde’. Al principio tenía un estilo ska, un poco más rápido que la versión final, y la dejé registrada con un grabador portátil. No recuerdo si grabé el tema completo pero, al menos, estaban el estribillo y toda la primera estrofa, la que dice: ‘Estoy parado sobre la muralla que divide / todo lo que fue de lo que será’. Y, de alguna manera, eso le daba a la canción una condición casi metafísica, tanto como ilusión, pasado y futuro, y como si la vida fuera una película.
Eso fue lo que más me encantó de la idea del tema, que habla de la esperanza, de que, a veces, cruzando determinada frontera, tu vida va a cambiar y puede llegar a ser increíblemente mejor o no. Siete meses después de haber terminado la gira con Piero, me puse a revisar esas grabaciones y cuando apareció ‘La muralla verde’ la retomé, la grabamos con la banda en un estilo más latino y más tarde se convirtió en un éxito masivo”.